miércoles, 6 de diciembre de 2017

Trajes tradicionales de la región del istmo de oaxaca.

Traje tradicional de la región del istmo de oaxaca.


El traje más conocido de la mujer istmeña a nivel nacional es un fino y elegante conjunto que lo conforma un huipil y una enagua de terciopelo o satín negro bordado a mano, debajo de la enagua lleva un olan blanco de almidón y bordes estrechos y rectos como detalle para ello.

El bordado lleva diferentes tipos de diseño pero en espacial flores, con distinto colores llamativos que de preferencia son rojo, naranja, amarillo y azul.


Como accesorio lleva una chalina de preferencia dorada, joyería como monedas, un tocado, una diadema o un hermoso resplandor blanco y un jicalesle como adorno.



Los trajes tradicionales se hacen presencia en las calendas, en las velas, fiestas principales, paseos, los comités, en las bodas, en los bailables, en la Guelaguetza, etc.



Historia de la vestimenta.



Juchitán y Tehuantepec son las ciudades más antigua del reino zapoteco. Fue un lugar de uniones culturales entre etnias, la cual se autodenomina La tierra de la inmortal Sandunga. 

A causa de la llegada de los evangelizadores dominicos, en 1526, las mujeres zapotecas heredaron la costumbre de cubrirse la cabeza para asistir a las ceremonias religiosas, protegiéndola con el huipil o resplandor. En 1853, momento en que el compositor Máximo Ramón Ortiz concluyó la pieza musical conocida como la Sandunga, el traje de tehuana logró cimentar su fama y prestigio como característica de la cultura oaxaqueña. La vestimenta consistía en el uso de la enagua de enredo con el huipil bordado. Un personaje protagónico en la historia de esta vestimenta fue doña Juana Catalina Romero, gran amiga de Porfirio Díaz. Díaz, que era oaxaqueño, visitaba frecuentemente a doña Catalina, encuentros en que se le obsequiaba diferentes tipos de telas, utilizadas y estilizadas por ella para sus festividades, que empezaron a conocerse como velas istmeñas, las cuales comenzaron la costumbre por celebrarlas en los distintos distritos y municipios del Istmo de Tehuantepec. Asimismo, la llegada del ferrocarril a las regiones de Tehuantepec e Ixtepec logró que las monedas norteamericanas se hicieran famosas entre los alfareros, pues estos las utilizaban para crear los distintos ahogadores que forman parte del traje. Entre las monedas más utilizadas están: las onzas, medias onzas, monedas de cinco dólares y de dos dólares.

El 24 de abril de 1863 comenzó a circular el billete de 10 pesos mexicanos que mostraba la imagen de una tehuana, lo que contribuyó a la popularización de este traje.



Elaboración del traje regional.


Primero, la tela elegida para el conjunto es forrada para fortalecerla y hacerla más cómoda. Las flores que serán bordadas son hechas a mano, por lo cual el peso del traje dependerá del tamaño y cantidad de flores en el vestido. La gama de colores elegidos son aquellos que hacen juego armónico con la tela elegida. Cada flor cuenta de 3 a 4 colores del mismo tono. Luego, el bordado se procesa en el bastidor, aparato especializado que estira la tela, mediante clavos y nudos. El tiempo de elaboración es aproximadamente de 15 días. Finalmente, el precio del traje será dependiente del tipo de material, pero está en un rango que va de 5,000 a 25,000 mil pesos.




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